¡Hola disfrutones!
En este post-video os enseñamos Patones de Arriba, qué ver en un fin de semana. Patones de Arriba es uno de los pueblos más bonitos de la Comunidad de Madrid, ¡merece mucho la pena!
Patones de Arriba es un destino esencial de turismo rural en la Comunidad de Madrid. Está a menos de 40 minutos del centro por la carretera de Burgos. Tiene de todo para un finde de tranquilidad y contacto con la naturaleza: buenas rutas de senderismo, paseos por el pueblo, buena gastronomía, hotelitos rurales con encanto…
La historia de Patones es muy curiosa. Aunque en el video os lo contamos en detalle, deciros que los patones eran un poblado de godos que se ocultaron en estos bosques con la entrada de los musulmanes. Aquí estuvieron viviendo durante siglos ya que ni los moros primero, ni los franceses de Napoleón después, les dio por profundizar en el barranco de esta zona.
Después de la Guerra Civil el pueblo se abandona porque se construye un nuevo pueblo, abajo, con mejor accesibilidad e instalaciones, Patones de Abajo.
En los años 70 se empiezan a rehabilitar algunas casas y se retoma la urbanización del pueblo de Patones de Arriba; eso sí, respetando la arquitectura original de las casas, en pizarra.
Hoy en día es un pueblo 100% dedicado al turismo rural, y específicamente al turismo «de mañana». De hecho os recomendamos dormir allí, es una delicia. A partir de las 7 de la tarde desaparecen los «turistas de día» y es una maravilla pasear por el río o perderse entre las callejuelas con esa iluminación tenue tan relajante.
A nosotros además nos encanta la «arquitectura negra» de este pueblo, nos recordaba a la Sierra de Ayllón o a los pueblos negros de Guadalajara.
Es una delicia, como os decimos, pasear Patones de Arriba. Todas las casas de dos pisos, todas en pizarra, muchas de ellas con un horno anexo a la cocina… nosotros dormíamos en una de estas casas, en el hotel rural La Fuente. Muy recomendable.
Por la mañana nos dimos un buen paseo por el sendero de las heras. No tiene pérdida, ya que comienza justo delante del restaurante Las Heras. Es una ruta circular de una hora en la que unos paneles informativos os hablarán de los usos y costumbres del pueblo. Veremos las cochiqueras, las antiguas bodegas subterráneas, los establos… y sobre todo unas vistas estupendas del pueblo, especialmente si vais a primera hora de la mañana.
Al terminar la ruta tomamos una cervecita en El Rey de Patones, uno de los restaurantes más míticos del pueblo. Allí os contarán la historia del rey de Patones, que por lo visto, fue una figura que tuvo influencia hasta bien entrado el siglo XVIII.
Nosotros comimos al lado, en La Cabaña. Un sitio muy romántico, con chimenea, con varios reservados para grupos… y con un menú contundente y riquísimo de fin de semana. Nos encantó.
Por la tarde otro paseo, esta vez por la ribera del arroyo. Allí vimos el lavadero, perfectamente conservado a pesar de tener un siglo de antigüedad, y también hicimos fotos bonitas del pueblo desde abajo.
El domingo exploramos los alrededores. Lo primero, el sendero del barranco que baja a Patones de Abajo. Por cierto, ojo si venís en coche, dos opciones: si venís a primera hora de la mañana, tipo 9, podréis encontrar sitio justo en el parking de entrada a Patones de Arriba, antes de la señal de prohibido. No paséis esa señal, porque ahí hay otro parking pero solo para residentes, y multan… Opción 2, si llegáis más tarde, el parking disuasorio que hay en Patones de Abajo, y subir el sendero del barranco. Ojito que si vais con gente mayor lo pasarán mal al subir, tiene cuestas importantes.
Después de este paseo cogimos a Elvis y fuimos a ver la Presa del Pontón de la Oliva. Es una obra de ingeniería espectacular. De allí nacen varias rutas de senderismo: una muy sencilla os llevará a ver la ermita de la Virgen de la Oliva, un bonito ejemplo del mudéjar castellano; otra os llevará a ver las cárcavas, unas espectaculares formaciones que ha hecho el agua en la montaña y que nos recuerdan a las barrancas de Burujón en Toledo; la ruta más compleja es la Senda del Genaro, que de hecho, presume de ser la ruta de senderismo más larga de la Comunidad de Madrid. Así que tenéis para elegir…
Si os gustó este post y sois unos enamorados de esta zona de la sierra norte de Madrid, no os perdáis el resto de artículos que tenemos de esa maravillosa región, como el Butriago de Lozoya.
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¡Hasta la próxima semana!
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