Aragón

Daroca, que ver en este «pueblo de leyenda»

29 diciembre, 2019

4 minutos de lectura

¡Hola disfrutones!

En este post-video os enseñamos DAROCA, uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Zaragoza.

Daroca es muy fácil de pasear, ya que tiene una entrada por el norte y otra por el sur. ¡Imposible perderse!

Daroca es Conjunto Histórico-Artístico y la verdad es que merece la pena disfrutarlo sin prisa, perdiéndose por sus calles. Todas las casas tienen un color terroso, asalmonado incluso, que nos recuerda mucho a Albarracín, no os perdáis el post que publicamos sobre este precioso pueblo aragonés.

Nosotros además fuimos a Daroca en el fin de semana de las fiestas del Corpus. Informaos porque son muy divertidas: charangas, conciertos, mucho ambientillo todo el día, y la noche…

Hicimos entrada a Daroca por la Puerta Baja. Allí vimos la Fuente de los 20 Caños, muy bonita y con un agua muy fresquita…

Subimos directos a ver la Colegiata de Santa María, ya que queríamos ver dónde se guardaban los famosos Santos Corporales de Daroca. En el video, Sandra os contará la leyenda de esos corporales ensangrentados que fueron el signo que necesitaban las tropas cristianas para vencer a los moros… nos encantan las historias que tiene nuestro país, y ¡ojo que Daroca tiene unas cuantas!

También vimos la Iglesia de Santo Domingo, con una de las mejores torres mudéjares de Aragón. Al ladito tenéis el Museo de Historia de Daroca, otro edificio de estilo mudéjar muy bonito. Antes fue el Hospital de Santiago, donde se atendía a los peregrinos que hacían el Camino.

Iglesia Santo Domingo, Daroca — Torre mudéjar de la Iglesia de Sto. Domingo, Daroca

Siguiente parada, el Palacio de los Luna, mandado construir por el mismísimo Papa Luna. No está del todo bien conservado y es una pena, porque tiene un artesonado muy bonito en las vigas que sobresalen a la calle y por dentro debe ser espectacular.

Luego ya era momento de una paradita… no queríamos dejar de probar la repostería aragonesa, y en Daroca tienen un dulce muy típico: los moscatelicos. Mirad a ver si está abierto cuando vayáis el Museo de la Pastelería, si no, hay varias pastelerías en la Calle Mayor que los tienen. Riquísimos si os gusta el chocolate con avellanas…

Siguiendo hacia arriba la calle Mayor llegamos a la Entrada Alta, muy bien conservada y donde veréis claramente la línea de murallas que sube la montaña hasta el castillo.

Bajamos de nuevo para cenar en el restaurante 100 Balcones, recomendado por uno de nuestros embajadores, Rubén. Comimos, como siempre, platos locales: una tabla de quesos artesanos de la zona, unas migas y unos huevos rotos con jamón de Teruel.

De ahí marchamos a la casa rural que teníamos, a 10 minutos del pueblo, pero suficientemente alejada para evitar el jaleo de las fiestas. Y es que queríamos descansar también, y qué mejor que una casa que encontramos absolutamente metida dentro de un bosque, la Casa Martell.

Cada habitación tiene una decoración diferente, todas acordes a la rica historia de Daroca. Nosotros dormimos en una con decoración moruna, muy bonita, y además grandísima y con un baño muy modernillo, ya veréis en el video.

Fue una maravilla dormir allí, ni un ruido. Al día siguiente Jose se fue a correr por los pinares y fue espectacular. Muy recomendable, sí señor.

Pero había que seguir pateando Daroca. Esta vez dejamos el coche en la Torre de Sisa y caminamos por el bien cuidado barrio judío. Paramos a ver el Pozo de San Vicente donde también os contamos en el video la leyenda del Santo… ¡si es que Daroca tiene mucho mucho que contar!

Puerta palacio Daroca — Nos encantan las puertas antiguas de Daroca

De ahí llegamos al comienzo del sendero que sube las murallas árabes y llega al castillo. Está en ruinas pero merece la pena subir para ver las vistas. Está emplazado sobre una antigua alcazaba árabe del siglo XVIII. Aquí tenéis la ruta muy bien explicada.

Bajando el castillo merece la pena que paréis a ver la coqueta Capilla de Nazaret. Está excavada en la roca y tiene también su historia, Sandra lo cuenta en el video. Pero vamos, para que veáis la antigüedad de Daroca, esta capilla antes fue ¡un templo romano!

Y en ese bonito mirador que tiene la capilla, mirando al pueblo de Daroca, terminamos el post, ¡nos encanta Aragón! seguiremos pateándolo, sin duda… por cierto, Daroca está a menos de 30 minutos del Monasterio de Piedra, ahí lo dejamos…