¡Hola disfrutones!
En este post-video os enseñamos qué ver en Gijón en un fin de semana.
Nosotros alquilamos un apartamento estupendo en plena Playa de San Lorenzo. San Lorenzo es una de las mejores playas urbanas de España. Tiene un kilómetro y medio de largo, y os recordará a La Concha de San Sebastián. Está marcada por sus bonitas escaleras modernistas; de hecho los gijoneses suelen utilizar el número de las escaleras para quedar o para saber en qué zona vives. En el video Sandra cuenta una anécdota curiosa, y es el juego de niños de «aguantar los cachones»…
Aunque Gijón ya era un castro asturcelta, realmente nace como ciudad con los romanos, concretamente con el emperador Octavio Augusto, que funda el barrio de Cimadevilla como puerto estratégico del Cantábrico.
Allí mismo, al oeste de la playa veréis lo que queda la muralla del siglo III, muy bien conservada. Y allí está también la Iglesia de San Pedro, un icono de Gijón. Está construida sobre otra iglesia del siglo XV, destruida durante la Guerra Civil.
A 50 metros tenéis la Plaza Mayor, porticada, preciosa, y liderada por el Ayuntamiento. Ojo a la tienda de quesos asturianos que hay en la plaza…
Seguimos paseando la parte noble de Cimadevilla y paramos un rato en una de las terrazas de la Plaza del Marqués, disfrutando de las vistas del Palacio de Revillagigedo, un espectacular edificio barroco del siglo XVIII.
Este palacio, y el Arbol de la Sidra, dan inicio al puerto deportivo, al «Náutico» que llaman los gijoneses. En esa zona abundan los «chigres», sidrerías y bares con ambientazo de tapeo, raciones y buen pescado. Nosotros decidimos salirnos «de lo clásico» e ir a comer a Farragua, un restaurante con mención Michelín que nos encantó. El chef, Ricardo Señorán, viene de Plasencia y hace una divertida mezcla de recetas extremeñas con producto kilómetro cero asturiano. Mucho sabor e intensidad, nos encantó.
Para quemar calorías de la comilona y el vinito, subimos al Cerro de Santa Catalina, en lo alto de Cimadevilla. Es una maravilla para pasear, sacar al perro a correr… es un precioso parque con tremendas vistas al mar. Además podréis disfrutar de las diferentes formas que ofrece el Elogio al Horizonte de Chillida, es una pasada cómo crea diferentes espacios y formas según desde donde mires. Abajo de la escultura, si os gustan los temas bélicos, disfrutaréis del conjunto de baterías de costa de Santa Catalina, del siglo XVII.
Otra vez para abajo para callejar de nuevo por Cimadevilla, pero esta vez por el barrio popular. Dicen que en el siglo XIX esa zona estaba llena de prostíbulos, hostales para marineros, pescaderías y tiendas de cigarros. Ahí veréis la Casa del Chino, pura esencia de Gijón. De hecho, en el video Sandra os cuenta la curiosa historia del Chino de Cimadevilla…
Otra parada esencial de Cimadevilla es la Casa-Museo de Jovellanos. Es una espectacular casona asturiana del siglo XV, donde vivió este famoso escritor ilustrado gijonense.
Gijón es parada esencial del Camino Norte del Camino de Santiago. Por esa zona había, y algo queda conservado, muchos hospitales y albergues para peregrinos.
Llegamos a la Torre del Reloj, recreación de la antigua torre medieval, que por cierto, servía de cárcel y ahora es un mirador estupendo para que disfrutéis de las vistas de Gijón y el mar Cantábrico.
Salimos de Cimadevilla para adentrarnos en el barrio de San Bernardo. En el siglo XIX Gijón se desarrolló mucho industrialmente y eso atrajo dinero y, por tanto, familias burguesas. Ellos no querían vivir en el barrio antiguo así que se construyó una nueva zona para ellos. Ahora podréis disfrutar de preciosas casas modernistas paseando por la calle San Bernardo y perpendiculares.
Pero ojo que Gijón es mucho más que la ciudad. En los alrededores encontraréis cosas interesantes…
A menos de 10 minutos en coche está la Universidad Laboral. Se empezó a construir a finales de los años 40 como orfanato para los hijos de los mineros, pero en 1951 se decidió transformar en universidad. Lo curioso es que nunca ha servido como universidad, de hecho hay zonas todavía inacabadas. Por lo que vimos nosotros ahora es un centro cultural y artístico con mucha vida. Merece la pena verlo.
Cogiendo el coche otra vez, aunque a este destino se puede ir perfectamente andando desde San Lorenzo, está el Mirador de la Providencia. Disfrutaréis de unas vistas increíbles del puerto y de los acantilados. De ahí nace una bonita ruta de senderismo, la Senda del Cervigón.
Ojo que además Gijón es capital de la Costa Verde, con lo que es un punto perfecto para que conozcáis pueblitos costeros y parques naturales espectaculares que están a menos de una hora, como Ribadesella o Llanes…
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