¡Hola disfrutones!
En este post-video os enseñamos los pueblos más bonitos del Maestrazgo turolense. Ojo, tenemos otro post con Fortanete y alrededores, donde disfrutaréis de rutas de trekking, carreteras de montaña, pequeños pueblitos llenos de historia… y también tenemos otro post sobre Morella, el Maestrazgo de Castellón. ¡Como veis, esta zona nos encanta!
Esta segunda parte del viaje comienza visitando Mirambel, uno de los pueblos más bonitos de España. Es conjunto histórico-artístico y una delicia para pasear. Dejad el coche en el parking de la muralla y entrad por el Portal de las Monjas, que lo reconoceréis porque tiene al lado una torre circular muy bien conservada. El Portal de las Monjas es una auténtica maravilla. Encima del arco hay dos corredores con celosías y ladrillo labrado al estilo mudéjar, una pasada.
Mirambel fue fundado por los templarios en el 1131. El rey Alfonso I de Aragón, «El Batallador», en su lecho de muerte, decidió donar este territorio a los caballeros templarios, para que le ayudaran a repoblar la zona y a generar riqueza. Desde ese momento la zona quedó al mando del Gran Maestre templario, de ahí el nombre de «maestrazgo».
La calle principal tiene varias referencias a los templarios, como mansiones, alguna casa rural… no os perdáis el convento de las Agustinas, hoy Oficina de turismo. El piso superior tiene un bonito balcón con celosías. Al final de la calle están los restos del castillo templario. Nos tomamos unos vinos en Casa Masas, muy buenas referencias de Somontanos y Campo de Borja… Desde ahí, y de vuelta al coche, recomendamos que os perdáis por las callejuelas de Mirambel. Hay varias casonas nobiliarias como la de Aliaga y Castellot, de estilo renacentista, muy bien conservadas. Grandes paredes de piedra, tejados de madera labrada, bonitos portones… una delicia.
Siguiente parada, Cantavieja. Capital de la región y también uno de los pueblos más bonitos de España. El paseo lo comenzamos en la Plaza del Ayuntamiento, con la Iglesia de la Asunción, del siglo XVIII. Es una de las iglesias más grandes de Aragón y destaca por su esbelto campanario barroco. En la misma plaza sale un corredor que os llevará a un mirador muy bonito del valle del Maestrazgo.
Arriba de Cantavieja está lo que queda del Castillo Templario. En 1307 el rey Jaime II expulsa a la Orden del Temple de esta zona, aunque los monjes resistieron dentro del castillo durante un asedio de 8 meses. A la izquierda del castillo veréis una muy bien conservada muralla aspillerada, que no sólo se usó en época medieval sino hasta bien entrado el siglo XX. El Maestrazgo fue un importante nucleo carlista y Cantavieja de hecho tiene un museo sobre este tema. El General Cabrera, «El Tigre del Maestrazgo» luchó en las dos guerras carlistas en esta zona.
Comimos en la terraza del restaurante 4 Vientos, en Cantavieja. Nos trataron fenomenal y comimos platos típicos de la zona: el ternasco y el cabrito. En el video veréis qué pintón tenían…
A menos de 20 minutos está Bordón, un pueblo pequeñito pero con una joya que debéis ver… la Iglesia de Ntra. Sra. de la Carrasca. fue una ermita templaria con tanta magia y magnetismo que la gente peregrinaba desde toda Europa a ver este ejemplo de arquitectura templaria. El techo está lleno, por todos lados, de frescos templarios. Estaría bien que hubiera un guía turístico en el pueblo porque muchas de esas pinturas son enigmáticas y seguro que tienen leyendas sobre estos monjes guerreros. Si cuando lleguéis la iglesia está cerrada, pedid la llave en el bar de enfrente.
Tronchón, hablemos de Tronchón. Si sois disfrutones del queso, seguro que conocéis este queso. A nosotros nos gusta tanto que estuvimos en una quesería que hay a las afueras del pueblo. Allí nos explicaron que el queso de Tronchón se conoce desde el siglo XVI y ¡que aparece en El Quijote!
En el video Sandra os explica cómo se hace y el porqué de su curiosa forma de volcán y la flor en su corteza.
Otro pueblo imprescindible en el Maestrazgo turolense es Iglesuela del Cid. Desde varios kilómetros antes de llegar ya se ve su espectacular Torre de los Nublos, el campanario de la Iglesia de la Purificación. Es una maravilla pasear su casco histórico, de la muralla medieval para adentro. La calle San Pablo tiene varias casonas nobiliarias, Casa Mona y Casa Guijarro. Y tampoco os perdáis el recoveco del Portal de San Pablo, única entrada medieval que queda de esa época.
Como veis, el Maestrazgo de Teruel tiene para varios días. Historia, arte románico, buena gastronomía y vinos, buena gente, bonitas carreteras con vistas, ¿qué más queréis para visitar esta zona?
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¡Hasta la próxima semana!
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