¡Hola disfrutones!
En este post-video os enseñamos nuestros bares favoritos del Barrio de El Tubo en Zaragoza.
Por si no sabéis de qué estamos hablando, Zaragoza tiene, en su barrio antiguo, algo único. Tiene un laberinto de unas 6/8 calles, llenas todas ellas de bares. Una auténtica locura, un bar detrás de otro. Unos más elegantes, otros más sencillos, unos más grandes, otros en los que apenas caben 10 personas a la vez, con terraza algunos, con varios pisos otros… lo que os decimos, una locura.
Eso sí, cada bar-restaurante tiene su personalidad, tiene algo que los hace especiales. Depende si os gusta más el marisco, o las croquetas, o el ternasco, o cocina creativa o un buen pescado, pues tenéis sitios muy determinados.
En este post os vamos a contar los sitios que más nos gustan a nosotros, y qué tienen de especial. Vamos a por ello, venid con hambre porque nos vamos de paseo por el Barrio de El Tubo de Zaragoza:
Está situado entre las calles Alfonso I (calle comercial peatonal por excelencia de Zaragoza), C/ Don Jaime I, C/ Méndez Núñez y Plaza España.
Comenzamos la visita culinaria al Barrio del Tubo en Casa Lac, uno de los restaurantes más antiguos de España. Tiene mesas altas fuera donde se está muy a gusto, pero si queréis sentaros, recomendamos que reservéis dentro con antelación. Tienen una carta bastante creativa para lo que es El Tubo, comimos unos canelones muy ricos y pencas de puerro rellenas, mirad en el video qué pinta tenían. Además es genial que tengan medias raciones, ya sabéis que es una de nuestras demandas siempre…
Por cierto, en la otra esquina está El Plata, primer cabaret de España, fundado en 1943 y que sigue en funcionamiento.
Siguiente parada, el bar-terraza Libertad 6.8, ideal para cenar. Su especialidad es la tosta de brandada de bacalao y el bollito de tortilla. Disfrutamos de unas copitas de Enate, D.O. Somontano, ya sabéis que nos gusta tomar vinos de la tierra donde visitamos.
Una esquina clave del Barrio del Tubo de Zaragoza es donde está el Bar Doña Casta, con sus croquetas (ojo a la de boletus con foie), El Balcón del Tubo y sus albóndigas y El Champi. Al día siguiente volvimos a dar rienda suelta al disfrutonismo en El Tubo. Esta vez visitamos el Hormiguero Azul, especializado en pescados y mariscos a la plancha, y enfrente, nuestro preferido: La Ternasca.
La Ternasca fue una experiencia genial. Los camareros simpatiquísimos, rapidísimos y que nos recomendaron inmejorablemente. El sitio está muy bien porque te puedes sentar y no han mucho ruido. Tienen vinos por copa muy interesantes, como el Care y el Borsao, de Aragón ambos y que nos encantaron. Y la comida… tremenda… recomendamos que empecéis con sus patatas sherry, pero ojo, si sois dos es mucho… luego de segundo obviamente iros a sus varias recetas de ternasco: nosotros probamos su pincho de costillas y luego una señora pata de ternasco espectacular de tierna y sabrosa.
Dejamos muchos otros bares por descubrir; muchos estaban cerrados por vacaciones, ya que fuimos a principios de Agosto, así que estamos «obligados moralmente» a volver y hacer una segunda parte de este post-video, ¡prometido!
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¡Hasta la próxima semana!
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