¡Hola disfrutones!

En este post-video os vamos a enseñar qué ver en Burgos en un fin de semana.

No os perdáis el post que subimos la semana pasada hablando de la magnífica Catedral de Burgos, que da para una visita de varias horas.

Comenzamos la jornada honrando al Cid Campeador. Don Rodrigo Díaz nació en Vivar, un pueblito a 10 minutos de Burgos. Por tanto, Burgos es El Cid y lo notaréis en muchos puntos de la ciudad. El más importante para él, la Plaza del Mío Cid, una de las más grandes de la ciudad. La preside Don Rodrigo, en una imponente escultura de él montando a caballo y señalando con su espada la dirección a Valencia, que conquistó meses después de ser expulsado de Burgos.

Estatua del Mío Cid, Burgos
Plaza del Mío Cid, Burgos

A primeros de octubre se celebra en Burgos el Fin de Semana Cidiano, dedicado a esta importante figura histórica. Desfiles medievales, torneos, mercados… ya sabéis que nos encantan esas cosas, si no, la prueba lo tenéis en los post de Hita o de Ponferrada por ejemplo…

Al ladito de la Plaza del Mío Cid, subiendo la calle Santander, llegaréis al que es, posiblemente, el segundo punto más importante de Burgos después de la catedral: La Casa del Cordón. Es un precioso palacio medieval con mucha historia: aquí se reunió Cristóbal Colón con los Reyes Católicos después de su segundo viaje a las Indias, y aquí murió Felipe el Hermoso. Muy bien conservado, nos gustaron especialmente los escudos heráldicos de las esquinas, una pasada.

Casa del Cordón, Burgos
Detalles de la Casa del Cordón, Burgos.

Ahí mismo está situada la Plaza de la Libertad, denominada por nosotros «la Plaza de los foodies». ¿Motivo? porque hay tres restaurantes que merecen mucho la pena: Cobo Estratos, con Miguel Cobo como chef, que llegó a tener una estrella Michelín en su primer restaurante en Burgos, y que no tardará en ganar otra aquí… eso sí, reservad con tiempo, a nosotros nos fue imposible; La Jamada y sus tapas creativas; y Casa Ojeda, donde comimos nosotros. Casa Ojeda es un asador tradicional donde las familias burgalesas hacen sus celebraciones. Nos gustó mucho la mesa, el servicio, las morcillas y las diferentes elaboraciones del lechazo. No nos gusta el detalle que tengan los corderos ya medio asados y que los recalienten para servir, nos gusta más comerlos recientes como en Sepúlveda, nuestra tierra, pero estaba bueno igualmente. Casa Ojeda tiene además una tienda delic con buenos quesos, fiambre, mermeladas… ¡un vicio de tienda!

Casa Ojeda, Burgos
Morcilla típica de Burgos en Casa Ojeda

Desde allí nacen dos calles con mucho ambiente: la calle San Juan, por donde entraban los peregrinos a su paso hacia Compostela, y la calle Avellanos, llena de terrazas y ambientazo para ir de aperitivo e incluso de copas.

Decidimos bajar hacia el río, ya que había bastante que ver por allí… El río Arlanzón, a su paso por Burgos, deja un paseo rivereño muy bonito, y tan largo que no lo pudo terminar Jose ni corriendo… Especialmente chulo es el Paseo del Espolón, con su fuente, sus árboles y las casas modernistas que lo flanquean.

Desde allí se llega en 2 minutos a la Plaza Mayor, centro neurálgico de Burgos y que ya en la época medieval era un bullicioso mercado. Ahora podréis disfrutar de sus terrazas, sus casitas de colores, su ayuntamiento neoclásico y la estatua de Carlos III.

Tocaba subir al apartamento a descansar un poco, no sin antes parar en la Iglesia de San Gil y el arco de San Gil, ambos dos adosados a la antigua muralla. Nosotros dormíamos en un apartamento dog-friendly su`permodernillo, muy bien situado y recién reformado. Si queréis más información, buscad «Apartamento El Arco de San Esteban» en Booking. El Arco de San Esteban, mudéjar, es uno de los más bonitos de Burgos, ya que está en plena muralla y tiene perfectamente bien conservados sus arcos árabes, muy bonito. Además por esa zona se aparca bien para luego bajar a la catedral… consejito…

Después de una buena siesta, subimos a ver el castillo. Preparad las piernas porque hay unas cuantas escaleras… antes de llegar, recomendamos que paréis en el Mirador del Castillo. Os podréis guiar porque hay un bar llamado La Ciudadela con unas vistas espectaculares para ver el anochecer y las luces que ponen a la catedral.

Catedral de Burgos
Catedral de Burgos.

El castillo… verdadero inicio de Burgos. En el 884 ya había allí una torre vigía, y después de la Reconquista se construyó el castillo que veis actualmente. Bueno, lo que los franceses quisieron dejarnos… Si os gustan las historias de la Guerra de la Independencia, que sepáis que aquí hubo una terrible batalla y asedio. Os lo contamos en el video en detalle, fue terrible. Ahora se organizan rutas de senderismo en las que os explicarán las diferentes ofensivas que hizo el ejército anglo-portugués para tomar el castillo, que era el Alto Mando francés. Muy interesante.

Cenamos en la parte baja, al lado de la catedral, en un sitio muy pintón que nos recomendó el dueño de nuestro apartamento: El Huerto de Roque. Pedimos el menú degustación y nos gustó mucho: producto local, cocina atrevida y creativa… aunque un poco desbordados y tardando mucho entre plato y plato. Ah, vinos interesantes…

La Huerta de Roque, Burgos
Detalle del menú degustación de la Huerta de Roque, Burgos

Al día siguiente y ya antes de tirar para casa, con el coche vimos dos puntos esenciales en nuestro fin de semana en Burgos:

La Cartuja de Miraflores: está integrada en el parque de Fuentes Blancas, un bosque precioso para hacer senderismo. La Cartuja está muy bien conservada porque no le afectó la desamortización de Mendizábal, ya que por lo visto el prior era familia del General Espartero. La iglesia tiene una planta magnífica, que antes fue un palacio de Enrique II. Merece la pena que entréis y que os cuenten la historia de los monjes cartujos, nos encantó. No sabíamos nada de su fundador, San Bruno, de los pilares de su religiosidad, admirable.

Cartuja de Miraflores, Burgos
Cartuja de Miraflores, Burgos

Ultima parada: el Monasterio de las Huelgas de Burgos: construido en el 1187 y habitado siempre por monjas cistercienses. Se dice que en la época medieval tenía tanto poder que controlaba 50 villas cercanas y que su abadesa solo reportaba al Papa. Es espectacular de grande, con una torre-campanario muy llamativa. Recomendamos que reservéis la visita con antelación.

Monasterio Huelgas de Burgos
Puerta del Monasterio de las Huelgas, Burgos

Si pasáis más tiempo en la provincia de Burgos, no os perdáis Covarrubias, a nosotros nos encantó.

¿Qué os ha parecido el post y el video? ¿os hemos conseguido convencer para que conozcáis esta zona de Castilla? Por cierto, ¿os hemos dicho que nos encantaría que os SUSCRIBIERAIS en el canal?

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