¡Hola disfrutones!
En este post-video os enseñamos qué ver en Aranjuez en un día. Aranjuez, villa histórica donde las haya, villa real, palaciega y testigo de muchos grandes acontecimientos de nuestro país.
Realmente Aranjuez nace en el siglo XV cuando se empieza a construir un hospital por orden de los Reyes Católicos. Tanto les gustó esa zona que decidieron hacer del hospital un palacio, en ese mismo siglo. Es Felipe II el que lo termina, dándole ese toque herreriano tan parecido al Monasterio del Escorial.
Una curiosidad es que todos los reyes españoles, todos, han utilizado el Palacio de Aranjuez como residencia, ya fuera temporal o estable. Eso hizo que, alrededor del palacio, se fueran construyendo edificios nobles para la corte. Como ejemplo, la Casa del Labrador o el Real Cortijo de San Isidro. Fue ya en el siglo XVIII cuando se empezó a urbanizar para los ciudadanos de a pie; se nota mucho ese estilo francés con calles en cuadrícula y grandes avenidas ajardinadas.
Entrando ya en nuestra visita a Aranjuez, deciros que se puede ver perfectamente en un día, aunque recomendamos que paséis un fin de semana entero para poder profundizar más en la ciudad, probar más restaurantes e ir sin prisa.
El aparcamiento en Aranjuez es sencillo; os recomendamos que aparquéis por los alrededores de la Plaza San Antonio, hay mucho sitio y es gratis. Esa plaza es una de las principales de Aranjuez, es preciosa, toda porticada, con la Iglesia de San Antonio de padua a un extremo y la Casa de los Oficios a la izquierda. Ahí también está la oficina de turismo de Aranjuez, esencial para que os ayuden a organizar la ruta y para que os cuenten novedades o eventos que haya esos días.
Enfrente de la plaza está el majestuoso palacio real de Aranjuez. Nos encanta ese estilo «afrancesado» que tanto nos recuerda a nuestro road-trip por el Valle del Loira, especialmente al palacio de Villandry, el de Tintín!
Recomendamos que compréis las entradas a palacio con antelación, así no tendréis que esperar cola. Tardamos en visitarlo todo una hora; no se puede grabar videos pero sí hacer fotos. Nos encantó el salón de la entrada, con su magnífica escalera y esa lámpara de araña… el salón de porcelanas, el salón árabe, una maravilla. Por cierto, en la Sala de Armas del Palacio se celebra todos los años, en Septiembre, la Fiesta del Motín. Son unas fiestas de Interés Turístico Internacional, que rememoran el motín de los vecinos de Aranjuez contra Godoy y que cambiaron la historia de España al abdicar Fernando VI en su hijo Fernando VII, del que ya sabéis la que lió con los franceses de Napoleón…
Con la entrada a Palacio también podréis entrar al Jardín del Parterre, técnicamente los jardines del Palacio. Simplemente espectaculares… qué bancos de flores, qué árboles tan exóticos… y al lado del río Tajo, lo que le da un toque especialmente distinguido y agradable.
Comimos enfrente del palacio, en el restaurante Careme. Muy muy recomendable, especialmente si reserváis en la terraza del primer piso. Es super agradable comer viendo los jardines de palacio; nosotros fuimos de día pero ojo que de noche debe ser super romántico. En Careme tienen una carta corta pero muy castellana; carnes de caza con acompañamientos muy creativos e interesantes, buena carta de vinos también.
Para bajar la comida, qué mejor que un paseo por los Jardines del Príncipe. Son enormes, nos llevó casi una hora ir de un extremo al otro. Moncho, nuestro embajador en Aranjuez, nos recomendó que fuéramos bordeando el Tajo, qué bonito es ese sendero, la verdad. Entramos a ver el Museo de Falúas Reales, muy recomendable. Las falúas son las barcazas que utilizaban los reyes y la corte para dar paseos por el río Tajo. Muy bonitas, muy barrocas y que reflejan cómo vivían los reyes y allegados en esa época.
Llegamos hasta la Casa del Labrador y vuelta al principio. Como hay tantos árboles, daba la sombra y el paseo se hizo muy agradable. Allí hablamos con un guía turístico que nos recomendó coger un día el Tren de la Fresa. Recrea el primer trayecto ferroviario que hubo en Madrid. Sale de Madrid en determinadas fechas, llega a Aranjuez e incluye visita al Palacio Real y al resto de la villa; todo con guías vestidos de época y donde vuestros hijos aprenderán mucho de la historia de Aranjuez, de Madrid, de España y de la huerta de esta zona, donde se cultiva muy buena fresa y riquísimos espárragos.
Aquí termina nuestra visita a Aranjuez, Patrimonio de la Humanidad y patrimonio vivo de nuestra historia. ¡Ganas de volver!
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¡Hasta la próxima semana!
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