¡Hola disfrutones!
En este post-video os enseñamos Alcalá del Júcar, en Albacete, Castilla-La Mancha.
Alcalá del Júcar es uno de los pueblos más bonitos de España y la verdad es que lo merece. Su trazado árabe, su paseo por el río, su castillo, su gastronomía, sus rutas de senderismo… ¡muy recomendable!
Alcalá del Júcar es uno de esos pueblos que nos recuerdan en cada calle nuestro pasado árabe. Alcalá, por cierto, significa en árabe «castillo». Y así nace Alcalá del Júcar. Los almohades, en su intento de controlar ese valle y el río Júcar, en uno de sus meandros construyen, en lo alto de la roca, un castillo. Como era habitual, una vez tenemos el castillo, se va construyendo el pueblo a su alrededor, o en este caso, hacia abajo, hacia el río, mediante intrincadas callejuelas. Prácticamente todas las casas se construyen en forma de cueva, primero por la falta de espacio y segundo para aprovechar las ventajas del fresquito en verano y el calor en invierno. Y es así como se mantiene Alcalá del Júcar hasta nuestros días, convirtiéndose en uno de los pueblos más bonitos de España.
La tarde del viernes la utilizamos para pasear y centrarnos, para descubrir que el casco árabe es peatonal, con lo que tendréis que dejar el coche o cerca del río o cerca del castillo, y para tomar posesión de nuestra casa-cueva…
Sí, disfrutones, en nuestra estancia en Alcalá del Júcar reservamos uno de los apartamentos-cueva que tienen en los Apartamentos Rurales Las Colmenas. Fue una pasada, ni un ruido y con todas las comodidades, entre ellas, un enorme jacuzzi…
Fue dejar las cosas, dar un paseo, y coger el coche de nuevo para irnos a cenar… a menos de 20 minutos de Alcalá del Júcar está el pueblo de Casas Ibañez. Podría ser el típico pueblo de carretera de Albacete, excepto por el detalle que allí está Cañitas Maite, uno de los restaurantes más disfrutones de Castilla-La Mancha.
Juan y Javier son la tercera generación de cocineros de este local. Cañitas fue una casa de comidas fundada por sus abuelos, que regentó más tarde Maite, su madre. Juan y Javier salieron estudiosos, viajeros y aprendieron de los mejores chefs españoles hasta volver a su tierra y dar todo un cambio al mesón familiar, aportando innovación, fusión y vanguardia foodie. En Madrid Fusión 2021 se dieron a conocer a lo grande, consiguiendo tres galardones: mejor chef revelación, mejor croqueta y mejor escabeche. Y ahí siguen, dando de comer bien rico a todos los que pasamos por Cañitas Maite. Tienen una opción de tapas o más de restaurante; y dentro de esta última, varias opciones de menú. Nosotros optamos por el menú Hits, donde vienen sus grandes platos: su famosa croqueta, el «bocata» de calamares, el donut de rabo de toro… una maravilla, nos encantó.
Al día siguiente desayunamos en otra cueva, La Hondonera, donde además permiten perretes, hacen buenas tostas y ponían un flamenquito muy bueno. ¡Recomendable!
Después entramos en una de las dos cuevas visitables que hay en Alcalá del Júcar; está la de Masagó y la del Diablo, y nosotros entramos en ésta última. Lo del Diablo no tiene nada que ver con el Sr. Lucifer, sino que es el curioso nombre que tiene un curioso vecino del pueblo. Es un personaje con un gran mostacho, gran don de gentes y que ha salido varias veces en televisión, sin duda, un vecino celebrity de allí. En la primera parte de la cueva veréis cientos de objetos antiguos relacionados con La Mancha, con la vida del pueblo o simplemente objetos retro que os encantarán. La segunda parte une su cueva con la de Garadén, la más antigua de Alcalá del Júcar, con más de 850 años de vida. ¡Es tan grande que tiene un restaurante y una discoteca dentro! Estas cuevas ya las utilizaban en la época medieval para controlar el transporte de mercancias por el Júcar, ya que tienen acceso al barranco que de al río.
Bajando hacia el río os encontraréis con un Museo del Cine; nosotros no entramos pero dicen que tienen objetos y curiosidades sobre muchas películas del cine español. Nosotros paramos en la Iglesia de San Andrés, del siglo XV. Es curioso porque al estar en medio de la roca, la puedes ver desde abajo, desde el frente o incluso desde arriba y admirar sus cúpulas tan bien conservadas.
Por fin llegamos al río. Recomendamos que paseéis por el camino que nace del puente a la izquierda, un bonito y cuidado paseo fluvial para ver patitos, parterres con flores y varios merenderos que suenan interesantes en las noches de verano. Hacia la derecha también nace una pista forestal en la que veréis las famosas cuevas y que es perfecta si os gusta el senderismo, el running o simplemente pasear con el perro.
El puente romano es uno de los grandes iconos de Alcalá del Júcar. Ojo, no es de origen romano, pero sí de estilo… recomendamos que lo crucéis, desde el parque que hay al otro lado tendréis bonitas fotos del pueblo y el castillo. Allí mismo está «La Playeta«, una pequeña playa fluvial que debe ser una gozada con el buen tiempo. ¡Y con bar!
Ese sábado comimos en El Mirador, un restaurante a unos 10 minutos en coche de Alcalá del Júcar. Como os podéis imaginar, tiene unas vistas estupendas del pueblo y una buena terraza para el verano. Como nos enteramos de que tenían parrilla, comimos una buena carne, ¡muy recomendable!
Luego otro paseíto por el pueblo y a descansar, que por cierto, Alcalá del Júcar es un sitio perfecto para relajarse un par de días, ¡qué bien se duerme sin coches, disfrutones!
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