¡Hola disfrutones!

En este post-video os enseñamos Cartagena. Qué ver en un fin de semana en Cartagena, región de Murcia.

Cartagena es Roma, es Modernismo, es su puerto, su castillo, su gastronomía, sus terrazas… ¡nos encantó!

Cartagena es una de las ciudades más antiguas de España, ya que fue fundada por los Cartagineses en el 225 adC. De esa época queda parte de sus murallas, llamadas las «murallas `púnicas«. Merece la pena la visita porque están bastante bien conservadas. Ahí aprendimos que Cartagena resistió el asedio de Publio Cornelio Escipión en la I Guerra Púnica, pero no aguantó el de Escipión el Africano en la II Guerra Púnica. La verdad es que Cartagena es una gozada si os gusta la historia… y es que no hemos hecho más que empezar…

Muralla Púnica de Cartagena
Muralla Púnica de Cartagena

El momento más esplendoroso de Cartagena fue durante el Imperio Romano. Se llamaba Cartago Nova y llegó a ser la tercera ciudad más importante de Hispania, por detrás de Tarraco y Corduba. Cartagena mantiene mucho, pero mucho de su pasado romano. Aquí tenéis algunos ejemplos:

El Foro Romano, visita indispensable. Solo el 60% se ha excavado, el resto está por debajo de edificios actuales, qué curioso, verdad? El Foro se encuentra en el Cerro del Molinete, donde por cierto, estaba situado el barrio rojo de Cartagena en el siglo XIX, época de grandeza de su puerto comercial.

La Casa de la Fortuna, mansión romana del siglo I adC y llamada así por una inscripción en el patio trasero que decía «Fortuna Probitia». Muy bien conservados los mosaicos, una pasada.

Tapeo en Cartagena
Tapeo en Cartagena

Descansamos de tanta visita para tapear, ya que Cartagena tiene mucha cultura de aperitivo y de tomar algo con los amigos antes de comer. Hay una zona llena de bares con terraza. Nos gustaron los bares de La Uva Jumillana y Bodega La Fuente. ¡Qué rico el vermut con marineras que nos comimos!

Saltamos unos cuantos siglos y nos vamos al XIX. Durante esta época aparecen numerosas minas en la region de Murcia. Y con las minas, riqueza, familias adineradas y progreso en Cartagena. De esta época son los edificios Modernistas tan bonitos que vimos. El Palacio de Aguirre, la Casa Maestre, el Ayuntamiento, la Calle Mayor… ¡nos encanta el Modernismo! Por cierto, si os gusta a vosotros también, ojo con Ferrol

Siguiente parada, la zona del puerto. No olvidemos que el puerto de Cartagena ha sido siempre clave en el Mediterráneo: los fenicios, romanos, las galeras… hasta ahora base de la Otan. No os perdáis el Museo Naval, sobre todo la planta de submarinos, una maravilla.

Puerto de Cartagena
Puerto de Cartagena

Esa noche cenamos en La Marquesita. Es un restaurante muy pintón, con una terraza super agradable para el verano, y especializado en pescados de la zona. Nos comimos un dentón bien rico, no lo habíamos probado nunca.

Al día siguiente, ojo porque Cartagena necesita mínimo 2 días completos para verla bien… vimos más Roma y más cositas…

El anfiteatro romano, actualmente plaza de toros, estaba en obras, así que aseguraos si está abierto cuando vayáis vosotros. Eso sí, ir allí os pilla de paso para seguir subiendo un poco más y visitar el Castillo de la Concepción. Es del siglo XIII y está construido sobre una anterior alcazaba árabe. Desde allí tendréis unas estupendas vistas de la ciudad y el puerto.

Bajando otra vez hacia el puerto, tenéis una parada imprescindible: el teatro romano. Una curiosidad… la catedral de Cartagena utilizó una de las paredes del teatro para su construcción, de hecho está absolutamente pegado. Lo malo es que la catedral sufrió un terrible bombardeo durante la Guerra Civil y permanece en ruinas. Visita imprescindible es el teatro, porque se conserva realmente bien. El teatro romano de Cartagena tenía capacidad para 7.000 espectadores y fue utilizado hasta el siglo III. Es la atracción turística más visitada de la Región de Murcia, ojo…

Ese día comimos en el Restaurante Magoga, con 1 estrella Michelín y 2 Soles Repsol. Nos encantó. Cocina creativa con productos de la zona. Probamos el cerdo «chato» y el cordero lechal de Callblanque, que no lo conocíamos. Guardad algo para la tabla de quesos, ¡qué barbaridad!

Magoga restaurante
La mesa de quesos de Magoga

Terminamos dando un paseo por la calle Cuatro Santos, «la calle de los bares», llena de pubs y locales para escuchar buena música. Allí nos invitaron a venir un año a las fiestas de Romanos y Cartagineses y a su famosa Semana Santa. ¡Apuntado queda!

¿Os ha gustado el post? Pues si vais a Cartagena, intentad acercaros al Cabo de Palos, un paraíso del buceo y del buen comer…

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¡Hasta la próxima semana!

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