Portugal

Peniche, ¡olas y mucho más!

15 noviembre, 2020

4 minutos de lectura

¡Hola disfrutones!

En este post-video os enseñamos uno de los pueblos más bonitos y con más tradición turística y surfer de Portugal: Peniche. Peniche es olas, es playas, pero mucho mucho más…

Nosotros no dormimos en Peniche, nos apetecía tranquilidad y vistas al mar. Para ello, reservamos una habitación en el hotel Silver Coast, en Península Baleal. Está a 5 minutos en coche de Peniche, pero suficientemente lejos como para escapar del jaleo, los coches… y disfrutar a tope de la playa. Es una especie de hotel-residencia, con mucho ambiente surfer y a 2 minutos andando de la playa. Muy recomendable.

En cualquier caso, lo primero, ver Peniche. Nosotros aparcamos antes de entrar al pueblo, y lo primero que te encuentras es la fortaleza. Lleva allí desde el siglo XIII, defendiendo el puerto de los ataques piratas y corsarios. El puerto de Peniche siempre fue muy importante por su cercanía con Obidos y Lisboa.

La fortaleza estuvo en funcionamiento hasta los años 70, siendo en su última etapa una cárcel de máxima seguridad.

Volviendo a Península Baleal, aprovechad e id un día por la tarde, antes de que anochezca. Dejad el coche donde los beach bars y atravesad la península por su pequeña carretera. Las dos playas que hay a los lados es a cual más bonita y espectacular. Una vez allí, disfrutad de un buen paseo recorriendo toda la isla y viendo el atardecer desde los acantilados.

Al día siguiente fuimos a ver el Monasterio de Alcobaça. Es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y uno de los monumentos más importantes en la cultura portuguesa.

El monasterio alberga una iglesia gótica preciosa y varios claustros donde pasearéis y disfrutaréis del silencio de estos lugares. En Alcobaça llegó a haber más de 1.000 monjes, que daban misa las 24 horas del día.

En el video, Sandra os contará una preciosa historia de amor, no os la perdáis…

Al salir del monasterio visitamos la playa de Rey Cortiço al norte de Peniche y la de Consolaçao al sur, a cual más bonita. Por cierto, ésta última es muy recomendable si tenéis problemas de huesos…

Ya en Peniche estuvimos en la Playa de Supertubos, famosísima a nivel mundial por las olas en forma de tubos que se forman en los meses de otoño. Esa playa, aparte de tener una arena preciosa, es enorme y con mucha infraestructura turística.

No os perdáis coger una bici y recorrer el norte de la costa de Peniche. Hay acantilados, formaciones rocosas curiosísimas y vistas estupendas del océano y de las Islas Berlengas.

Estas islas están a menos de 5 kms de la costa y merece la pena, por lo visto, que vayáis. Nosotros nos arrepentimos de no haber ido, pero bueno… se puede visitar la Isla Mayor, que además de playas, tiene un hotel residencia muy curioso, ya que fue fortaleza y residencia para náufragos.

Desde donde mejor se ven es desde el Faro Carvoeiro, otro sitio para hacer bonitas fotos de acantilados.

Otra parada obligatoria, el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios. Dicen que en el siglo XII se encontró allí, en una pequeña cueva, una imagen de la Virgen, por lo visto muy milagrosa. Empezaron a venir peregrinos hasta que construyeron esta coqueta ermita, con esos azulejos azules tan tan portugueses.

Cenamos en uno de los restaurantes mas especiales y diferentes de Peniche, El Lola GastroBar. Está a la salida de Peniche hacia Baleal, enfrente de unas preciosas dunas. La dueña es española y os tratará de lujo. Tiene vinos españoles muy interesantes y su marido, el chef, trabaja una cocina donde mezcla productos portugueses con recetas asiáticas, una pasada de rico todo. ¡Volveremos!