¡Hola disfrutones!
En este post-video os enseñamos el Puerto de Ibiza y Dalt Vila, su casco antiguo. Qué ver, qué hacer, dónde comer, la historia de uno de los que fue los puertos más importantes del Mediterráneo.
Sí, el puerto de Ibiza lo fundaron los fenicios en el VI adc. Los romanos lo utilizaron para la exportación de sal, higos y vino. De hecho, su barrio medieval, Dalt Vila, es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Recomendamos que dejéis el coche en alguno de los parkings que hay enfrente de la rotonda del puerto donde se cogen los ferrys a Formentera. Por cierto, Formentera es increíble, aunque eso lo contaremos en otro post-video…
Desde ahí tenéis un paseo estupendo por el puerto, viendo los yates de los famosos… hasta llegar al barrio de La Marina. Lo reconoceréis por sus casas de colores, es muy bonito.
Recomendamos que os metáis en el barrio, parando en sus tiendas de ropa y decoración; y de repente llegaréis al Portal de Ses Taules, una de las entradas a Dalt Vila mejor conservadas.
Pasear Dalt Vila es una maravilla. No dudéis en meteros por todas las callejuelas, sin miedo a perderos. Merece la pena perderse en Dalt Vila, descubriréis rincones preciosos. Además, es imposible perderse ya que todo es hacia arriba, la catedral y castillo, o hacia abajo, el puerto.
Arriba del todo veréis el castillo, en actual rehabilitación dicen que para ser Parador de Turismo, y varios baluartes de la muralla, muy bien conservados y desde los que tendréis unas vistas espectaculares del puerto y las playas. Nos gustó mucho el de Santa Lucía, por ejemplo.
Arriba no hay mucho más que hacer, como mucho tomar algo en alguno de sus café o cervecerías, cosa que también merece la pena, por supuesto. Nosotros salimos de Dalt Vila para entrar en la parte más moderna de la ciudad. El punto neurálgico es el Paseo de Vara del Rey, una zona muy tranquila, con grandes árboles y edificios con aire art-decó. Comimos en Ca n’ Alfredo, uno de los restaurantes de comida tradicional ibicenca mejores de la isla. Comimos butifarra y sobrasada, el famoso pulpo frito ibicenco, riquísimo…, de entrantes, y luego bullit de peix. Es un plato curioso: primero te ponen la bandeja con el pescado y patatas y de segundo el arroz a banda, que ha sido previamente cocinado con el fumet del pescado, riquísimo. De postre, la mítica tarta de queso de cabra ibicenca, el flaó, buenísimo también.
Después de esta copiosa comida, un paseíto hasta la Playa de Den Bossa, un gintonic en alguno de sus terrazas-club y a descansar…
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