¡Hola disfrutones!
En este post-video os enseñamos la villa de Obidos, en Portugal. Es considerado como uno de los pueblos más bonitos de Portugal y «Villa Literaria».
La verdad es que nos encantó tanto que nos quedamos con ganas de volver más tiempo. Dejamos pendiente dormir un par de noches en el hotel «The Literary Man«, pasear al atardecer por sus calles, más vacías de turistas, y comer en alguno de los buenos restaurantes que tiene.
Nosotros dejamos el coche cerca del acueducto, ojo que aparcar no es fácil, especialmente a partir de las 11 de la mañana. De ahí, ya, Obidos hay que patearla.
Nuestra recomendación es que entréis por la Entrada de la Villa. Es un recibimiento nivel top… Giras un codo de la muralla y te encuentras con un balcón barroco con azulejos azules de esos típicamente portugueses que es una auténtica pasada. Para quedarse allí un buen rato admirando los colores y las escenas…
Nada más entrar, subimos a mano izquierda a la parte de arriba de las murallas. Se puede hacer todo el camino de ronda por las murallas. Nosotros hicimos parte, muy recomendable para ver el pueblo desde arriba, el castillo y todo el valle de la comarca.
Después, al bajar, coged la calle principal y hasta el castillo. Pararéis cientos de veces porque en esa calle todo es bonito. Los cafés, las tiendas de souvenirs, los hotelitos…
Pero también os recomendamos que de vez en cuando cojáis una calle perperdicular cualquiera, la subáis y os perdáis por la parte alta. Esa zona es preciosa. Casas blanquitas con los marcos de las puertas de colores, muchas enredaderas, jazmines y rosales… ¡una maravilla!
De vuelta a la calle principal no os perdáis el mercado biológico, en el que se mezclan los kiwis, los puerros con estanterías llenas de libros. Y es que Obidos es «Ciudad Literaria de Portugal» y una de las «Ciudades Creativas» del Mundo por la Unesco.
Un poco más adelante está la Librería Conserveira. Es de la marca de conservas Comur. Es una preciosa librería donde veréis un montón de latitas de conserva pintadas al lado de centenares de libros. Nosotros no pudimos resistir la tentación y compramos unas latitas de recuerdo.
Comur, Librería conservera, Obidos 
Comur, Obidos
También podríamos llamarla la «Ciudad de los gatos», por todos los que hay y lo bien que conviven con los turistas. En el video hay ejemplos muy divertidos. Y ya en serio, se le llama «La Ciudad de las Reinas», ya que Obidos se daba a las princesas europeas como dote al casarse con un rey portugués.
Llegamos a uno de los puntos más importantes de Obidos, La Plaza de Santa María. Ahí veréis tres edificios esenciales: el pelourinho, una especie de picota donde ajusticiaban a «los malos», y con una historia muy triste de la reina que lo mandó construir, no os perdáis el video. A su izquierda, el «teleiro» o mercado medieval, un precioso edificio porticado. Y enfrente, la iglesia de Santa María, del siglo XII. El interior tiene, como no, azulejos azules portugueses en todas las paredes; y algo importante que no os debéis perder, tiene pinturas de Josefa de Obidos, una de las mejores pinturas del XVII e icono por ser la artista que «feminizó» el arte barroco en Portugal. Además, otra curiosidad, nació en Sevilla.
Siguiendo la calle principal llegaréis a la Iglesia de Santiago, actualmente una preciosa librería. Y detrás, el magnífico castillo medieval. Actualmente es una pousada, para entendernos, un parador. Solo por las vistas y por dormir en un castillo del siglo XII ya merece la pena.
Nosotros hubiéramos preferido dormir en el hotel The Literary Man, una pasada… todo destila literatura. Las cocinas, el salón, el restaurante (por lo visto, uno de los mejores de la villa), el gin bar… nos quedamos con las ganas, para la próxima…
Lo dicho, y recomendación disfrutona… que os paséis en Obidos al menos dos días. Esas callejuelas deben ser super románticas por las noches.
Nosotros preferimos enseñaros el mar. Y es que Obidos tiene mar. O mejor dicho, una laguna, la Laguna de Obidos. En realidad es una especie de estuario formado por dos grandes playas que rodean el mar, de forma que parece una laguna de agua salada. Está a menos de media hora de Obidos, con lo que es una escapada perfecta si estáis allí alojados y os hace buen tiempo.
Eso sí, si queréis disfrutar la laguna de Obidos, id a primera hora o fuera de temporada. Imposible aparcar en agosto si vas a partir de las 11h. Como tiene dos playas, la de Arelho y la de Bom Sucesso, se llena de gente. Son playas muy tranquilas, sin apenas oleaje, ideales para ir con niños.
Llegados a este punto y sin haber echado nada a la boca, investigamos en Tripadvisor y decidimos irnos a comer al Puerto de Peniche, al restaurante «Entre Amigos«. Nos gustó mucho porque trabajan productos locales pero con recetas internacionales. ¡Vaya gambas al curry que nos apretamos!
Pero Peniche queda para el siguiente post, que os va a encantar. Por cierto, Nazaré está a media horita también, aprovechad para ir a esa playa…
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¡Hasta la próxima semana!
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