Castilla y León

El Barranco de las 5 Villas de Avila

12 marzo, 2023

4 minutos de lectura

¡Hola disfrutones!

Hoy os llevamos al Barranco de las Cinco Villas, en la Sierra de Gredos, Avila, Castilla y León.

A menos de una hora de Madrid, encontrareis en esta zona todo un paraíso del senderismo, de la gastronomía y del turismo rural, ¡nos encantó!

Empezamos la visita en Cuevas del Valle, justo debajo del mítico motero Puerto del Pico. Dicen que todas las casas tienen abajo una cueva, que antiguamente se utilizaba para guardar el vino casero, y que muchas casas están conectadas por esas cuevas, interesante… Nos encantó su arquitectura rural, con un primer piso de piedra y un segundo con una gran balconada de madera y tejado con grandes aleros. No os perdáis la Calle Real y la Calle de los Soportales, con preciosas casas muy bien conservadas. Allí hicimos la ruta senderista del Castañar de las Huertas. Esta excursión, muy fácil para hacer con niños, sigue los márgenes de la Garganta del Pico, unas dos horas de pateo. Siempre tendréis el río al lado, una maravilla para los sentidos…

Subimos al Puerto del Pico a hacer un rato de la calzada romana. Está super bien conservada y allí aprendimos que fue muy importante durante el imperio romano. Esta calzada confluía con la Ruta de la Plata. También desde el Puerto del Pico hicimos la ruta que sube al Pico del Torozo, mucho más exigente.

Después de tanto senderismo, tocaba reponer fuerzas. Comimos en el restaurante La Parada del Arriero; cuando vayáis pedid mesa en el mirador, una pasada de bonito. Como veréis en el video, comimos muy buena carne, rabo de toro y cabrito al horno.

El restaurante, técnicamente, es de Villarejo del Valle, la segunda de las cinco villas. Tiene una iglesia gótica muy bonita y callejuelas medievales alrededor de la iglesia. También allí, en la plaza de la iglesia, está el rollo, donde se colocaban las cabezas de los ajusticiados en la época de Carlos II. Nos recordó a Obidos, que también tenía esta «tradición»…

Al salir del pueblo vimos que Villarejo es «zona Starlight», y nos recordó la semanita tan buena que pasamos en La Palma, un paraíso de los que os gusta la astronomía.

Siguiente parada: Santa Cruz del Valle. Es, sin duda, el que mejores vistas tiene del valle. Espectacular. Muy pequeñito, apenas 400 habitanttes, con sus callejuelas estrechitas… además cuando estuvimos nosotros había una exposición de cuadros en las calles y casas, muy curioso.

A 10 minutos en cosa está San Esteban del Valle. Lo que más nos gustó es que un buen señor nos invitó a visitar el pueblo en las fiestas de San Pedro. Por lo visto es una procesión a caballo, con luminarias, muy espectacular. La Iglesia de San Esteban, gótica, preside el pueblo, con muy buenas vistas y una torre defensiva que recuerda su pasado medieval. Desde San Esteban salen varias rutas de senderismo, aquí os las dejamos. Nosotros hicimos al Ruta del Parralejo, muy facilita aunque un poco dejada… hay que cortar la hierba, que eso parecía Vietnam…

Llegamos por fin a la quinta villa, Mombeltrán, el pueblo más grande del valle. De hecho ahí teníamos nosotros nuestro apartamento. Mombeltrán tiene una espectacular iglesia gótica, del siglo XIV, la de San Juan Bautista. La plaza de La Corredera tiene unos grandes edificios señoriales y, hacia abajo, comienza lo que queda del barrio judío. Mombeltrán tiene uno de los mejores castillos de Avila, el de los Duques de Alburquerque. Rectangular, con torres cúbicas en los extremos y una gran torre del homenaje. Eso sí, está cerrado y deberéis llamar a un teléfono que hay en la puerta para gestionar que os lo abran.