¡Hola disfrutones!
En este post-video os enseñamos qué ver en dos de los pueblos más bonitos de la costa guipuzcoana: Hondarribia y Orio.
Hondarribia es uno de los pueblos más bonitos de Euskadi. Tiene muchísima historia, tened en cuenta que es el último pueblo antes de la frontera con Francia. Por tanto, Hondarribia tuvo muchos asedios, batallas… de ahí sus murallas y castillo.
Orio es el típico pueblo marinero de Guipuzcoa, muy bonito casco viejo, montañas rodeándole, dos playas… y ¡buenísimo pescado a la parilla!
Nosotros nos alojamos en una casa rural de Orio para poder conocer bien la zona en varios días: Agroturismo Pagoederraga. Muy recomendable, la familia que lo regenta es majísima. Teníamos una habitación muy grande con vistas al valle. Si vais con niños, es muy agradable, ya que tienen gallinas, caballos, burros, ovejas… Y los desayunos eran buenísimos, ¡hasta arroz con leche tenían!
Volviendo a Hondarribia, recomendamos que aparquéis fuera de la muralla, a la altura del arco de San Nicolás. Nosotros entramos por la calle San Nicolás, con un montón de casas solariegas a cual más bonita. Grandes ventanales, todas pintadas de colores, persianas de madera… Perderos por las calles perpendiculares, hay placitas con mucho encanto. Nosotros descubrimos la Plaza de Guipuzcoa, con mucho encanto.
La Plaza de Armas es el punto neurálgico del casco viejo de Hondarribia. Allí está el Parador, antiguo Palacio de Carlos V. Hay varios bares con terraza y siempre muy buen ambiente. Rodead el Parador para ver las vistas que hay de la ría, ¡espectacular!
La Calle Mayor también es muy bonita y baja hacia la salida la Puerta de Santa María. Allí hay una estatua en honor a los «hatxeros», los soldados que cuidaban las fortificaciones y murallas. También allí hay una imagen de la Virgen de Guadalupe, patrona de Hondarribia.
Ya fuera de las murallas, fuimos hacia el puerto pesquero. Allí vimos el barco Mariñel, último barco de madera construido por los pescadores de Hondarribia.
De ahí entramos de lleno en el barrio de La Marina. Muchos restaurantes, bares, y la zona de pintxos. Tomad nota de la calle Santiago, un bar tras otro con muchísimo ambiente desde las 12 de la mañana, ¡una pasada! En el video veréis los pintxos que tomamos, ojo, nada que desmerecer a los pintxos donostiarras, eh?
Por la tarde fuimos a Orio, una preciosa villa marinera, y con un ambiente muy muy vasco. De hecho, al llegar vimos una competición de traineras, con toda la gente en los bares disfrutando de la carrera, con sus camisetas amarillas. ¡Aupa Orio!
Orio tiene dos playas muy bonitas, la de Oribazar y la de Antilla. La de Antilla además tiene bares, un paseo marítimo muy bonito e incluso cesped para hacer deporte o jugar con los niños o lanzar la pelota a tu perro.
Para guiaros en el casco viejo de Orio, id primero a la iglesia de San Nicolás de Bari. Es muy bonita, bien conservada y con un corredor exterior donde descansaban los peregrinos que iban a Santiago. La Calle Mayor de Orio tiene varias casas nobles muy elegantes y conservadas como si estuvieras paseando por el Orio Medieval. Acabamos en el restaurante Xixario, un clásico del pescado a la parrilla de Orio. Nos comimos unos espárragos navarros buenísimos y luego un rodaballo fresco a la brasa hecho a la perfección. ¡Qué bien trabajan el pescado a la parrilla en esta tierra!
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¡Hasta la próxima semana!
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