¡Hola disfrutones!
En este post-video os enseñamos la Ciudad Amurallada de Cartagena de Indias, en Colombia.
Cartagena de Indias es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y una de las ciudades más bonitas del mundo. Su casco antiguo, llamado comúnmente «La Ciudad Amurallada» está super bien conservado. Sus callejuelas, placitas, sus casas blancas engalanadas de flores y plantas, mantienen ese aire colonial que le dieron sus muchos siglos de historia como uno de los puertos más importantes del imperio español en Latinoamérica.
Recomendamos que entréis a la Ciudad Amurallada a lo grande, como entraban los mandatarios antiguamente, y es por la Torre del Reloj. Los arcos laterales eran garitas de defensa, y separan dos de las plazas más importantes de Cartagena: la plaza de la Paz hacia el puerto y la Plaza de los Coches o del Esclavo, hacia el interior. Esta última plaza es preciosa, rodeada de palacios coloniales y con una estatua de Don Pedro de Heredia, fundador de la ciudad en 1533.
Aprendimos que Don Pedro de Heredia fue un Adelantado, es decir, que solo recibía órdenes del Rey y que tenía potestad para conquistar tierras y fundar ciudades. El fue quien se dio cuenta que esta bahía podría ser una defensa natural hacia la ciudad y un posible puerto importante como conexión de España con el Caribe.
Lo malo de Don Pedro es que se le fue de las manos su obsesión por el oro. Se enteró que los indios de esta zona, llamados «calamaríes», enterraban a sus difuntos con ofrendas de oro; no tuvo ningún reparo en saquear dichas tumbas para enriquecerse. Eso sí, fue denunciado por los jesuítas, condenado, y de camino a España para cumplir sentencia, su barco se hundió y se ahogó en el Atlántico. De todo esto nos enteramos en el Museo del Oro Zenú, muy recomendable que os paséis por allí; además de que es gratis, así veréis cómo es una casa colonial por dentro, con sus patios y sus habitaciones, y también de paso descansaréis del calor húmedo de Cartagena para respirar un poco de aire acondicionado fresquito…
Siguiente punto de disfrute en Cartagena de Indias, la Plaza de San Pedro Claver. Es una gran plaza con mucho ambiente, terracitas… y con la Iglesia del mismo nombre, en homenaje al catalán Don Pedro Claver, defensor de los derechos humanos hacia los esclavos y muy venerado en Colombia.
La Plaza Fernández Madrid es una de nuestras preferidas. Rodeada de hotelitos boutique, bares con encanto y una arboleda estupenda para hacer un descanso. Allí está la Iglesia de San Toribio, donde vimos un bautizo muy colorido, y la Calle de la Tablada, donde os haréis mil fotos con sus casitas blancas llenas de buganvillas, enredaderas y jazmines.
Como veis, la Ciudad Amurallada de Cartagena de Indias se organiza por plazas. Otra que nos encantó es la Plaza de San Diego. Perdeos por sus callejuelas, entrad en sus tienditas, hablad con la gente. Entramos en varias tiendas a comprar cuadros y bolsos de paja y la gente no pudo ser más simpática y acogedora, los cartageneros tienen un carácter super abierto, amigable y muy cercano, ¡y muy disfrutones!
Llegamos al límite norte de la Ciudad Amurallada, a una de las zonas más famosas de sus murallas, llamada «Las Bóvedas«. En el siglo XVII, esas bóvedas eran almacenes de armamento y distribuía a varios baluartes. Ahora son talleres de artesanía, muy interesantes… llevad sitio en la mochila porque compraréis mucho por allí…
Por cierto, la muralla de Cartagena merece que la recorráis entera. Son 11 kms y está perfectamente conservada. Se tardó 2 siglos en terminarla y es recuerdo de innumerables batallas, asedios y bombardeos, tanto por parte de navíos ingleses y holandeses como más tarde en la independencia de Colombia.
Es habitual que los edificios contiguos a la muralla sean importantes, ya que solían ser mansiones de grandes terratenientes o gobernadores. Destacamos el Teatro Adolfo Megía, el Palacio del Marqués de Valdehoyos o el Palacio de la Santa Inquisición, hoy Museo Histórico de Cartagena, del siglo XVIII.
Volvemos hacia el interior del barrio colonial, atraídos por el gran campanario de la catedral de Cartagena. Hablamos de la Catedral de Santa Catalina de Alejandría, del siglo XVI. Es estilo colonial español, con una impresionante nave central blanca y una cúpula entre cruceros preciosa.
Por cierto, enfrente de la catedral está la antigua casa del Pirata Drake. Es curioso que siendo inglés, y pirata, tuviera una mansión tan impresionante y enfrente de la catedral…
Seguimos dirigiendo nuestra ruta circular al punto de inicio: Plaza de Santo Domingo, enorme. Nos recuerda a las plazas de muchas ciudades españolas, como la de Trujillo o Cáceres. Allí al lado tenemos el Baluarte de Santo Domingo, con el famoso Café del Mar. Merece la pena que veáis el atardecer allí, aunque no necesariamente en este establecimiento; para nosotros resultó ser demasiado turístico. De hecho, nos tomamos una margarita riquísima en otro local cerca, con terraza con vistas al mismo atardecer… ahí lo dejamos…
Compramos unos dulces en la Plaza del Esclavo, ya que sus soportales tienen puestos permanentes de frutas y dulces escarchados. Recomendamos los tamarindos, riquísimos y poco habituales en nuestro país.
Por la noche fuimos a cenar a Alma, uno de los mejores restaurantes de la Ciudad Amurallada de Cartagena de Indias. Cocina caribeña creativa, con muchas referencias al coco, a las frutas tropicales y a los mariscos. El plato que más nos gustó fue la cazuela cartagenera, qué rica… Al salir, paseíto por el barrio de la universidad y a descansar, porque al día siguiente visitábamos el barrio de Getsemaní y el Castillo. Pero… eso es para el siguiente post-video…
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