¡Hola disfrutones!

¿Estáis planeando vuestro primer viaje a Berlín? Pues creemos que este post-video os va a gustar.

Estuvimos en Berlín en la primavera de 2022, con motivo de la Media Maratón de Berlín, una carrera mítica dentro de la temporada runner, que por cierto, la corrió Jose en un meritorio 1:30:29…

Aprovechamos para pasar 4 días y recorrer lo más esencial de Berlín, y por supuesto, contároslo. ¡Vamos allá!

Os vamos a enseñar lo más esencial de Berlín analizando sus barrios más céntricos y con más historia.

Podríamos empezar por lo más lejano, y eso es, para nosotros, el puente Oberbaum y el East Side Gallery. El puente Oberbaum se caracteriza por un bonito color rojo, por tener dos alturas y por su historia. En la época medieval se ponía por las noches un tronco con pinchos para evitar que los forasteros se «colaran» en la ciudad sin pagar impuestos…

East Side Gallery, Berlín
East Side Gallery, Berlín

Desde allí mismo empieza el East Side Gallery, la zona que más muro mantiene de toda la ciudad. Es como asistir a un museo callejero de arte urbano, una pasada. Recomendamos pasearlo sin prisa, disfrutando de cada mural e imaginándoos cómo debía ser la vida alrededor de este fatídico muro que separó una ciudad durante tantos años.

Desde esa zona y paseando por la orilla del río Spree llegaréis en seguida a la Isla de los Museos. La verdad es que Berlín puede que no sea tan bonito como un París, ni tan espectacular como un Nueva York, pero tiene cosas únicas. Y una de ellas es esta, que tiene una isla en la que se concentra la mayor cantidad de obras de arte por metro cuadrado del mundo… la Isla de los Museos. Allí deberíais dedicarle un día entero. Nosotros os damos algunas pistas:

Isla de los Museos, Berlín
Isla de los Museos, Berlín

Nada más entrar en la isla, a la derecha se erige espectacular la Catedral de Berlín con su monumental cúpula. Es de estilo neobarroco y, aunque construida en 1855, está restaurada después de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Como curiosidad, esta catedral alberga, en su cripta, a toda la dinastía de los Hohenzollern.

Otro punto de la isla, el Forum Humboldt: construido en 2020 sobre la base del antiguo palacio real, también destruido en los bombardeos aliados.

Al final de la isla están los dos museos que dan nombre a la misma: el Museo Nuevo y el Museo de Pérgamo. Nos quedamos con ganas de entrar a los dos, pero sobre todo a éste último, ya que dicen que tiene unas colecciones espectaculares de arte persa. ¡Para la próxima!

Salimos de la isla y nos adentramos en el barrio de Mitte, uno de los más auténticos y vivos de Berlín. Actualmente es zona de ambiente nocturno, de restaurantes (no os perdáis en el video nuestra experiencia comiendo filetes empanados de Schnitzelei… pero no olvidemos que Mitte tiene mucha historia. La comunidad judía de Berlín vivió en él hasta aquellos horribles momentos en que fueron maltratados, expulsados y exterminados por Hitler y sus acólitos.

Patios Höfe en Berlín
Patios Höfe en Berlín

De esa época queda poco, lamentablemente. Aunque algo que mantiene vivo el recuerdo y que, además, ahora es todo un ejemplo de modernidad y cultura pop son los höfe. Los höfe son los patios traseros de las calles de esa zona; para que os situéis, tomad como referencia la calle Rosenthaler, con los höfe Endellscher, Rosenhöfe y Hackesche. Como eran zonas traseras de los edificios, no sufrieron los embites del arte imperialista de la época, con lo que mantienen intacto ese aire modernista de los años 20. Nos encantó. Sus tiendas, sus edificios tan bonitos… y el recuerdo de la Noche de los Cristales Rotos, de infausto recuerdo. No os perdáis el «Callejón de los Pollos Muertos» si os gusta el arte urbano. Estos «dead chicken» fueron un grupo de chavales, artistas urbanos y grafitteros, que, después de la caída del Muro de Berlín, decidieron adquirir este callejón y dedicarlo a que ellos y otros artistas expresaran las nuevas corrientes artísticas que no se habían podido desarrollar con libertad en Berlín.

Callejón de los Dead Chicken, Berlín
Callejón de los Dead Chicken, Berlín

A 10 minutos tenéis la Alexander Platz. Es enorme, cuesta un buen rato recorrerla de lado a lado. Como paradas indispensables tenéis: el Reloj Mundial, aunque un poco chorra, la verdad… el Ayuntamiento y su preciosa torre roja; la torre de la televisión alemana, que fue durante muchos años el edificio más alto de Berlín y la iglesia de Santa María, imprescindible entrar para disfrutar de sus paredes elegantemente blancas y altar dorado.

Volvemos a cruzar el río, en dirección a la Puerta de Brandenburgo. Paramos primero en la Plaza Babel, famosa porque allí era donde se hacían las quemas de libros prohibidos por el régimen nazi. Ahora está rodeada de impresionantes edificios neoclásicos como la Opera de Berlín. Seguimos por esa zona hasta la Plaza de Gendarmenmarkt, típica por tener un bonito mercado navideño y curiosa al tener dos iglesias gemelas, la francesa y la alemana. Os saldrá una foto chula si conseguís encuadrar las dos cúpulas… 😉

Seguimos visitando la zona que hemos llamado como «el Berlín de pre-guerras», en el que la calle Wilhelm es su arteria principal. Ahora todos los edificios están rehabilitados y construidos después del 45, pero veréis numerosos letreros y paneles donde se ve el edificio clásico que había antes y una explicación histórica del mismo. Es impactante imaginar cómo era este barrio antes de la guerra.

Memorial al Holocausto, Berlín
Memorial al Holocausto, Berlín

La Wilhemstrasse hacia el sur nos lleva a paradas ineludibles en vuestro primer viaje a Berlín. La primera, el Homenaje al Holocausto; se trata de un memorial compuesto por miles de bloques de granito alineados. Dicho así suena raro, pero cuando estás allí, impresiona mucho. El silencio, el gris de la piedra, las hileras interminables… bufff…

Justo enfrente hay un simple parking de un edificio que es, ni más ni menos, lo que queda del bunker de Hitler. Los alemanes, bien pasada la guerra, prefirieron no tener ningún símbolo que pudiera ser apología del nazismo, así que lo derribaron y construyeron viviendas.

Seguimos bajando la calle y nos encontramos con la plaza de Postdam. Ahora es una de las zonas más modernas, vanguardistas y cool de Berlín. Tiene grandes edificios de oficinas y rascacielos de última generación, pero durante la Guerra Fría… es curioso porque el muro pasó exactamente por el centro de la plaza, dividiéndola en dos durante muchos años. Luego fue abandonada hasta bien entrado el siglo XXI cuando se decidió rehabilitarla.

A 5 minutos andando tenéis uno de los puntos más instagrammeados de Berlín, el Checkpoint Charlie. Se trata del único punto de paso fronterizo que queda de la época del muro y la guerra fría. Aunque es muy turístico, sí te puede hacer ver cómo era la vida entonces. En las calles adyacentes hay varios paneles donde explican con fotos cómo era la vida alrededor de estos pasos fronterizos, super interesante.

Siguiente parada relacionada con la etapa hitleriana de Berlín: El Museo de la Topografía del Terror: en sus carteles explica cómo se llevó a cabo el exterminio judío desde los primeros momentos del nazismo. El museo está localizado en lo que en esa época fue el Cuartel General de la Gestapo.

Ayuntamiento de Berlín
Ayuntamiento de Berlín

Ultima parada de esta zona: el Museo del Bunker de Berlín. Ojo, llegamos 5 minutos después de que cerraran la puerta (una hora antes del cierre del museo) y no nos dejaron entrar. Volveremos a verlo en otra ocasión porque nos quedamos con las ganas. Por lo visto el museo cuenta cómo los ciudadanos de Berlín vivieron y sufrieron los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y los últimos días de Hitler en su bunker. Como veis, esta zona sur de Berlín es una gozada si os gusta la historia moderna.

De allí vuelta hacia arriba. Nosotros nos lo hicimos todo andando. Berlín apenas tiene cuestas y es muy agradable de pasear con esas avenidas tan grandes. El siguiente punto de referencia fue, mucho estábamos tardando… la Puerta de Brandenburgo. Tenemos que decir que nos la esperábamos más espectacular y, no sé, más limpia de edificios al lado. Está enmarcada en una plaza y no impresiona tanto. A ver, tiene lógica, esta puerta fue, durante el siglo XVIII, la puerta de entrada a la ciudad, la única forma de atravesar las murallas que tenía Berlín. Aquí sí te das cuenta que estás pisando historia del mundo…

Al otro lado de la puerta de Brandenburgo hay un parque impresionante. Se llama Grosen Tiergarten, y tiene muchos senderos para pasear, correr, salir con la bici, jugar con los perretes… De allí ya llegamos a nuestro hotel para descansar un poquito y seguir la marcha después. Dormimos en el Hotel Motel One Berlín Belevue, y muy bien. La zona no es buena, especialmente por la noche. Pero el hotel está fenomenal, buen desayuno, buen bar, habitaciones calentitas y personal majísimo.

Isla de los Museos, Berlín
Isla de los Museos, Berlín

Una vez echada esa siestecita, vuelta a la calle, que Berlín se merece por lo menos por lo menos 3 días de intenso pateo. Enfrente del hotel teníamos el Reichtag, el Parlamento de Alemania. Es un edificio espectacular y mantiene lo que fue antes de la Segunda Guerra Mundial. La fachada principal se ha mantenido igual aunque lo que más se ve ahora es la nueva cúpula de Norman Foster. La construyó enteramente en vidrio, en 1990. Recomendamos que entréis, que hagáis la visita guiada, que subáis a la cúpula e incluso que os toméis un café en el restaurante que tiene arriba.

Barrio de San Nicolás
Barrio de San Nicolás

Nosotros preferimos pasear por el barrio de San Nicolás para terminar la jornada y hacer una comida larga y disfrutona. Este barrio tiene mucho encanto porque nos hace ver cómo podía ser el barrio medieval de Berlín si no hubiera sido bombardeado. ¿Sabéis que este barrio quedó totalmente destruido, con la excepción de una sola casa, y que la reconstrucción se hizo siguiendo la estructura arquitectónica de ésta?

Después de perdernos por este tranquilo barrio, terminamos comiendo un menú absolutamente alemán y berlinés en el Georgbreu brauhaus, una cervecería tradicional que tienen su propia cerveza y platos riquísimos como podréis ver en el video. Allí echamos unas cuantas rondas de cervezas, celebramos los resultados de nuestra media maratón y por supuesto brindamos para volver a Berlín dentro de poco…

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