¡Hola disfrutones!
En este post-video os enseñamos qué ver en el oeste de La Palma. Nos encantó Tazacorte, con su casco antiguo, su puerto y su playa. ¡Y qué decir de Porís de Candelaria, vaya descubrimiento! La playa del Charco Verde y mucha gastronomía local, os va a gustar.
Nos alojamos en un Airbnb de Tazacorte, os dejamos aquí el enlace por si os interesa ir. Nos encantó, perfecto para dos personas. Es un duplex con terraza, muy cómodo. Está en pleno centro del casco antiguo, pero en una calle casi peatonal, muy tranquila. En Tazacorte se aparca muy fácil en la plaza principal, la verdad es que es un pueblo que nos gustó mucho. Por la noche hay varios bares que ponen terrazas y se está estupendamente. Nosotros todas las noches echábamos una copita en La Marmota, un sitio chulo para cocteles mientras oyes el mar.
Tazacorte es curioso porque tiene separado el casco antiguo, en la parte alta del monte, del puerto y la playa, obviamente en la parte baja. De hecho sugerimos que vayáis en coche, a no ser que os gusten las cuestas…
En la parte de abajo tenéis un puerto muy cuco en el que además salen barcos para hacer avistamiento de ballenas. Preguntad antes si es época. Abajo también tenéis una playa grande y bien cubierta, perfecta si vais con niños. Además hay mucho sitio para aparcar y varios restaurantes buenos de pescado. Nosotros comimos en la Taberna del Puerto. Es la típica casona canaria, con el expositor de pescados del día a la entrada. Comimos muy bien, como podréis ver en el video.
Al día siguiente madrugamos para ver el noroeste de la isla. Primera parada en el Mirador de los dragos. Ya sabréis que es un árbol típico canario, algunos tienen cientos de años. Son preciosos. Hay uno que está doblado por el viento en el que, especialmente por la mañana o al atardecer, conseguiréis fotos muy chulas.
Siguiente parada, y destino estrella del Oeste de La Palma: Porís de Candelaria. Posiblemente sea de los destinos más bonitos, más curiosos y más especiales donde hayamos estado nunca. Lo primero, cuesta llegar. Atreveos, sobre todo si vais con un coche pequeño, a llegar hasta el final, donde hay un pequeño aparcamiento. La carretera es complicada, pequeña, con muchas curvas y mal asfaltada. Pero llevad el coche porque si no, la vuelta andando será dura.
La pista para ir andando a partir del parking es una maravilla. Siempre al borde del acantilado y disfrutando del océano. Eso sí, en u momento dado, giras una curva y te encuentras eso… Porís de Candelaria.
Preferimos no contaros mucho para animaros a ir. Solamente deciros que se trata de una pequeña aldea de unas 30 casitas metidas dentro de una cueva, con acceso directo al mar. Muchas de las casitas están construidas directamente sobre la roca, tipo casas-cueva. Nos contó un pescador que había por allí que no las utilizan para vivir todo el año. En verano sí y sobre todo las utilizan para guardar artes de pesca y barquitas. Una preciosidad.
Nosotros fuimos tan temprano que, como veréis en el video, el sol no había entrado todavía. Lo bueno fue que no nos encontramos a nadie. Miedo nos daba imaginarnos esa carreteruca con muchos coches de ida y vuelta. Pero para hacer fotos o grabar videos, mucho mejor ir de 13h en adelante, cuando el sol entra en la cueva. En cualquier caso, una pasada y una visita obligada en vuestro viaje a La Palma.
De vuelta a Tazacorte paramos en un restaurante cervecería llamado la Isla Verde. Nos gustó mucho porque era diferente. Para empezar, muchas cervezas artesanas, a cual más rica. Y luego, es que tienen una comida con productos canarios pero con una elaboración diferente, más creativa y fusionada, nos gustó mucho.
Después de comer pasamos la tarde en una de las playas más bonitas de la zona, Charco Verde. Nos encantó. Suponemos que se llama así por el musgo verde que tienen las rocas pegadas al mar, le da un toque muy bonito. Es una playa muy tranquila, debe tener buen fondo para hacer snorkel. Y un bar estupendo para disfrutar del atardecer…
Por la noche cenamos en uno de los mejores restaurantes de la zona del oeste de La Palma: «El Sitio«, restaurante del hotel Hacienda de Abajo. Es el mejor hotel de Tazacorte, vaya habitaciones tenía, enormes y con unas preciosas vistas al mar y a los campos de plátanos. La cena fue estupenda; muy buen servicio, buenos vinos y platos elaborados y riquísimos. ¡Un acierto para despedir nuestros días en Tazacorte!
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¡Hasta la próxima semana!
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